La Fecundación in Vitro y la
Microinyección Espermática comienzan habitualmente con la estimulación de los
ovarios mediante el uso de fármacos, cuya acción es similar a la de ciertas
hormonas producidas por la mujer. Los medicamentos empleados incluyen un
prospecto que el paciente debe consultar, teniendo la posibilidad de solicitar
al personal sanitario del Centro cualquier aclaración al respecto. La finalidad
de este tratamiento es obtener el desarrollo de varios folículos, en cuyo interior
se encuentran los óvulos. Con el fin de evitar la ovulación espontánea se
asocian otros medicamentos con acción hormonal.
El proceso de estimulación ovárica se
controla habitualmente con análisis en sangre de los niveles de ciertas
hormonas ováricas y/o ecografías vaginales que informan del número y tamaño de
los folículos en desarrollo. Si se obtiene el desarrollo adecuado, se
administran otros medicamentos para lograr la maduración final de los óvulos.
Muchos de los medicamentos utilizados son
inyectables, y su presentación permite la autoadministración por la paciente. Las
dosis y pautas de administración se adaptan a las características clínicas de
cada paciente, y la respuesta al tratamiento puede ser variable. Ocasionalmente
se utilizan de forma asociada otros tipos de medicamentos.
Los óvulos se extraen mediante punción de
los ovarios y aspiración de los folículos, bajo visión ecográfica y por vía vaginal.
Esta intervención es realizada habitualmente en régimen ambulatorio y requiere
anestesia y observación posterior durante un periodo variable.
Los óvulos (ovocitos) obtenidos se
preparan y clasifican en el laboratorio. El número de óvulos que se extraen en
la punción, su madurez y calidad no puede predecirse con exactitud. Una vez
obtenidos los óvulos, el laboratorio deberá disponer de los espermatozoides
procedentes de la pareja, o de un donante anónimo, en los casos que así
proceda. El semen se prepara en el laboratorio con el fin de seleccionar los espermatozoides
más adecuados para la fecundación.
Si se realiza Fecundación in Vitro (FIV),
los óvulos y espermatozoides se cultivarán en el laboratorio conjuntamente en condiciones
favorables para su unión espontánea (fecundación).
Si se realiza Microinyección Espermática
(ICSI), se inyectará un espermatozoide dentro de cada uno de los óvulos maduros
que se hayan recuperado.
Al día siguiente de la FIV o ICSI se
determinará el número de óvulos fecundados y en los días sucesivos de cultivo
se valorará el número y la calidad de los preembriones que continúen su
desarrollo. Los preembriones se mantendrán en el laboratorio por un periodo de
2 a 6 días tras los que se procederá a la transferencia.
La transferencia embrionaria consiste en
el depósito de los embriones en la cavidad uterina a través de la vagina. Es un
procedimiento ambulatorio que habitualmente no precisa anestesia ni ingreso.
Con la finalidad de favorecer la implantación embrionaria se prescribe también
un tratamiento hormonal.
El número de preembriones transferidos al
útero no puede ser superior a tres en un ciclo, por mandato legal. Los
pacientes recibirán del equipo biomédico la información necesaria para decidir
el número de embriones que se deben transferir, con el fin de obtener el
embarazo y evitar en lo posible la gestación múltiple.
Finalmente, en caso de existir
preembriones viables sobrantes de un ciclo de Fecundación in Vitro se
preservarán mediante congelación. Los posibles destinos de los preembriones
criopreservados están legislados.
En algunos casos, las técnicas habituales
de FIV e ICSI pueden complementarse con otros procedimientos sobre los gametos
o embriones destinados a mejorar la capacidad de implantación embrionaria
(eclosión asistida, extracción de fragmentos, etc).
Información tomada de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF)
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